Hasta hace poco tiempo, las camas articuladas se asociaban con personas enfermas o con movilidad reducida para las que, camas de este tipo, son prácticamente imprescindibles.
Sin embargo, hoy en día, las camas articuladas se están convirtiendo en unas las preferidas por todo tipo de usuarios, incluso los más jóvenes, gracias a los beneficios que aportan para nuestra salud, bienestar y confort.
Si bien los especialistas en el sueño recomiendan que la cama sólo la utilicemos para dormir, lo cierto es que cada vez toma más relevancia en nuestras vidas amenazando con destronar al sofá (quién no se ha levantado de una siesta en el sofá con la espalda ‘rota’…)
Vamos, que no podemos resistir la tentación: ya sea para leer, ver la televisión, utilizar el portátil o la tablet(*), ¡desayunar un domingo!... estar tumbado en una buena cama es un verdadero placer.
Y nada mejor para todo ello que una cama articulada de calidad.