Érase una vez alguien que quiso descansar mejor… en un ‘colchón’
Si hoy en día nos preguntan qué es lo más esencial que necesitamos para dormir y descansar, la mayoría responderemos: ¡un colchón!
O no. Porque, vamos, que el colchón se da por supuesto. ¿Cómo podríamos descansar en condiciones si no es sobre un colchón?
Lo que actualmente conocemos como ‘colchón’ es el fruto de múltiples ideas, errores y aciertos en la búsqueda de un mejor descanso. ¿Quieres conocer su historia?
Desde sus humildes comienzos hasta las últimas innovaciones, el colchón ha sido testigo y protagonista en nuestra búsqueda constante de un sueño reparador.
Y si, como dicen muchos, todo en esta vida es cíclico, los colchones también se suman a ese camino. Después de muchas idas y venidas, volvemos a lo natural (bueno, sin hacer ascos a la tecnología, claro)….
Los ‘colchones’ primitivos
Parece que fue en el Neolítico (5.000 A.C.) cuando empezaron a usarse los primeros ‘colchones’.
Consistían en capas de hojas y hierbas, cubiertas con pieles, que separan el cuerpo del suelo (para evitar la dura superficie y eludir los insectos) y aislaban, en cierta forma, del frio y de la humedad.
La Edad Antigua de los colchones
Es a partir de la Edad Antigua cuando se busca en los 'colchones' cierto grado de comodidad además del aislamiento del suelo. Gracias a la extensión de la agricultura, de la ganadería y de las relaciones comerciales entre los distintos pueblos, se pudieron probar todo tipo de materiales consiguiendo incrementar el nivel de confort.
- El primer colchón de agua data del año 3.600 A.C., cuando en Persia utilizaron pieles de cabra rellenas de agua para descansar.
- Hacia el 3.400 A.C., los egipcios dormían sobre un lecho de hojas de palmera o junquillos tejidos recubiertos por una tela de lino. Los griegos dormían en piezas de madera, piedra o mármol sobre las que extendían telas para mayor comodidad.
- Sobre el año 200 A.C., los romanos rellenaban bolsas de tela con lana, heno, juncos y plumas que acomodaban sobre catres de madera y pieles.
Si bien estos colchones eran mucho más cómodos que los prehistóricos, presentaban un problema: al estar formados por materiales orgánicos, era necesario renovarlos constantemente debido a las plagas de parásitos que los infestaban.
Los colchones en la Edad Media
Al llegar la Edad Media, los materiales utilizados para los colchones seguían siendo los mismos: plumas, telas, lana, paja, hojas, algodón...
Continuaban siendo nido de insectos y parásitos (¡y ratones'). Numerosos relatos medievales comentan que los médicos recomendaban añadir al relleno de los colchones sustancias que repelieran a los animales, por ejemplo, el ajo.
En este largo periodo, las personas intentaron resolver otro problema de comodidad: la deformación del colchón debido al movimiento de los materiales dentro del mismo. Para ello, empezaron a realizar cosidos en el centro del colchón y entre las capas de tela que lo formaban.... Quizá aliviaran la deformación, pero el colchón ahora tenía varias secciones que debían renovar por separado....
Un par de curiosidades:
- A principios del siglo XII, Edgar, rey de los escoceses, prohibió a los nobles dormir en cualquier superficie que, por su blandura, les llevara al afeminamiento y a la debilidad de carácter. Se consideraba que un lecho poco confortable fortalecía el carácter y el cuerpo, que un lecho blando creaba soldados blandos.
- Leonardo da Vinci habla en sus escritos de los insomnios sufridos por culpa de los colchones.
El Renacimiento y la Edad Moderna: una nueva visión (incipiente) del colchón
Con su nueva visión del hombre y del mundo, el Renacimiento también supuso una ‘incipiente’ nueva concepción en el arte de dormir y descansar.
Las camas pasaron a entenderse como un mueble más del hogar y se empezaron a valorar como un elemento con sus propios valores estéticos y decorativos. Así, comenzaron a utilizarse telas de mayor calidad, como la seda o el terciopelo, que se enriquecian con copiosos bordados.
Además:
- en el siglo XV se lanzó en Francia el colchón de aire. El tapicero del rey de Francia, Guillermo Dujardin, confeccionó una colchoneta neumática con hule impermeable que se empleaba para reposar más que para dormir.
- en el siglo XVII se lanzaron en el Reino Unido, no sin grandes problemas, los primeros colchones de muelles. El gran obstáculo fue que, al tratarse de muelles cilíndricos, no se comprimían sino que se vencían hacia el frente y los laterales: “…. estos muelles solían dispararse atravesando el tapizado, convirtiéndose así en auténticos proyectiles que alcanzaban a sus usuarios: más de un usuario “quedó inútil para uso de mujeres” tras ser alcanzado en sus partes más delicadas en pleno enardecimiento amoroso…”
El colchón en la Edad Contemporánea
Fue a partir del siglo XIX cuando el mundo del descanso acelera su evolución gracias a la producción industrial y a la incorporación de nuevos materiales para la fabricación de colchones.
A mediados de 1850 aparece el muelle cónico y se integra al colchón. Nació así el colchón de muelles actual que se fue perfeccionando en los años siguientes. Por ejemplo, para evitar el ruido, James Marshall enfundó cada uno de los muelles que componían un colchón en un saco de tela individual.
Sin embargo, como el colchón de muelles resultaba caro, el colchón de lana continuó siendo el habitual en Europa hasta bien entrado el siglo XX. Y, con él, la figura del colchonero, un profesional que viajaba de pueblo en pueblo para airear, rellenar y ahuecar los colchones de lana de los clientes.
Una curiosidad
- El colchón fue un elemento de distinción en los pasajes del mítico Titanic. Solo los pasajeros que viajaban en un camarote de primera clase podían descansar sobre un mullido colchón de muelles. En los habitáculos de tercera no había colchón, sólo un depósito de paja.
Es el siglo XX cuando se inicia la auténtica revolución en el descanso con la introducción de las espumaciones.
- En los años 50 aparecieron los colchones de espuma de poliuretano y comenzaron a hacerse populares los picados de espuma.
- El colchón de látex, que puede parecer relativamente contemporáneo, comenzó a usarse por los años 60, importado de la industria automovilística. Apenas tuvo demanda en aquel momento.
- En los años 70 la NASA, como parte de su programa espacial, desarrolló el material viscoelástico con el objetivo de reducir y aliviar al máximo la presión que los astronautas recibían a la hora del despegue y aterrizaje. Pero hasta los años 90 este material no se incorporó al uso doméstico, especialmente, en colchones.
Y llegamos al siglo XXI….
… y, porque pasamos casi un tercio de nuestra vida sobre un colchón, seguimos buscando cómo mejorar nuestro descanso.
Hoy en día, queremos que los colchones se adapten a nuestro cuerpo y no al revés.
Elegimos entre viscoelásticos, de látex natural, de muelles, de muelles en combinación con látex y viscoelástica... Pero, además, otros factores han entrado a ser considerados en nuestra elección: la conciencia medioambiental, la sostenibilidad, la tecnología…
Colchones ecológicos
Volvemos a lo natural. Bueno, no a la paja, pero sí a los materiales orgánicos y sostenibles. Porque además de un mejor descanso, también tenemos en cuenta el impacto medioambiental. De hecho, todo apunta a que la nueva ecología industrial, que limita el impacto medioambiental desde la fabricación de un producto hasta su eliminación, marcará el camino para la vuelta a los elementos naturales: a los que siempre se han utilizado y a descubrir nuevos usos de otros materiales orgánicos.
Colchones inteligentes
La historia del colchón no estaría completa sin mencionar la última frontera (hasta ahora) en la evolución del sueño: los colchones inteligentes. Equipados con sensores y tecnología de seguimiento del sueño, estos colchones modernos ofrecen análisis detallados de la calidad del sueño y ajustes personalizados para optimizar el confort. La fusión de la tecnología y el descanso revela cómo la innovación continua da forma a nuestra relación con el sueño.
Cómo van a ser los futuros colchones está por ver. Parece claro que la sostenibilidad y la tecnología marcarán las líneas de los nuevos diseños y desarrollos. Si quieres estar informado sobre las novedades en colchones, suscríbete a la newsletter de Suit Delux.
Y si, ahora, estás buscando un buen colchón, no dudes en contactar con nosotros», nuestros expertos en descanso te proporcionarán una atención personalizada.