
- Crin de caballo: Proporciona una ventilación excepcional, manteniendo la cama fresca y seca durante toda la noche.
- Algodón y lana: Ofrecen suavidad y regulación térmica, adaptándose a las variaciones de temperatura corporal.
- Lino: Aporta durabilidad y resistencia, además de propiedades antiestáticas y antibacterianas.
- Madera de pino sueco: Forma la base robusta y estable de la cama, garantizando una larga vida útil.