A la hora de dormir ¿eres búho o alondra?
A la hora de dormir, la comunidad científica clasifica a las personas en dos grandes categorías con nombre de ave: búho y alondra. Y tú ¿a qué grupo perteneces?
Los expertos aseguran que, cuando amanece, nuestro cuerpo se prepara para levantarse. Aumenta la presión arterial, cesa la secreción de melatonina y la temperatura corporal empieza a elevarse. De esta manera el organismo se prepara para afrontar un nuevo día. Sin embargo, existen personas a las que les resulta difícil madrugar. Encuentran sus mejores momentos de creatividad y productividad en sus tareas a las últimas horas de la tarde y las primeras de la noche.
La comunidad científica divide a las personas en dos grandes categorías con nombre de ave. Son búhos aquellas personas que no encuentran nunca la hora de dormir y a las que les cuesta madrugar. Y por otro lado tenemos las alondras, personas de día a las que no les cuesta trabajo madrugar y se levantan con mucha energía.
¿ Sabes cual es tu cronotipo ?
Esta preferencia por la mañana o por la noche viene determinada por lo que los científicos llaman cronotipo. En pocas palabras, es nuestra capacidad de adaptarnos a la luz, a la temperatura y a otros ciclos biológicos ambientales. El cronotipo está vinculado también al ritmo circadiano.
Para Cristina Escribano, psicóloga especializada en cronopsicología e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, “la vida transcurre en un entorno cíclico de luz-oscuridad. En consecuencia, las principales funciones biológicas (y psicológicas) son rítmicas, es decir, cambian o suceden de forma regular y periódica. Es lo que se conoce con el nombre de ritmos biológicos (o psicológicos). Estos ritmos se clasifican atendiendo a su frecuencia de aparición por unidad de tiempo y los más estudiados son los ritmos circadianos. Estos ritmos se repiten aproximadamente cada 25 horas y determinan nuestro sueño a la hora de dormir.
Así las personas llamadas matutinas o alondras, se levantan temprano y en forma. Su momento más activo, estado de ánimo y de concentración es por la mañana y a medida que avanza el día tienden a encontrarse cansadas, por lo que tienen que acostarse temprano.
Mientras que a las personas llamadas vespertinas o búhos, les resulta difícil madrugar y siempre que pueden se levantan en las horas cercanas al mediodía. Eso si su tipo de vida y sus horarios laborales/escolares se lo permiten. Las personas vespertinas se encuentran cansadas por la mañana, encuentran su mejor momento en las últimas horas de la tarde o retrasan la hora de dormir y tienden a trasnochar.
Pero ¿qué es lo mejor para nuestra salud a la hora de dormir ?
En nuestro país se duerme menos que la media europea. Y el horario de descanso en las ciudades es todavía menor. Son estilos de vida que evidencian que el famoso “a quien madruga, Dios le ayuda” no tiene base biológica sino más bien cultural. De esta forma podemos considerar que la productividad y el bienestar no se produce solamente en función de lo que madrugan. De modo que existen personas que se sienten vitales y optimistas por la mañana y otras que prefieren vivir la noche retrasando la hora de dormir y también les va bien.
Hay factores como la edad que sí determinan nuestro sueño. Los expertos constataron que con la edad, se tiende a ser más matutino que vespertino. Así según cada etapa de la vida, se puede ser un ave diferente.
Por ejemplo, “los adolescentes son búhos naturales”, según Till Roenneberg, profesor de la Universidad de Munich, en Alemania. Pasados los años de la adolescencia, los hombres son generalmente más búhos y las mujeres, alondras. Esta diferencia se debe a las hormonas sexuales como el estrógeno y la testosterona. Pero a medida que estas hormonas comienzan a disminuir, todos nos parecemos más a las alondras que a los búhos a la hora de dormir.