Llega la primavera abriendo un nuevo ciclo lleno de vida y como ya sabemos, todo lo que implica movimiento genera cambios. Queremos sentirnos presentes en nuestro cuerpo para poder adaptarnos al ritmo natural que marca esta estación sin quedarnos atrás. ¿Y tú?

En primavera el aumento de las horas de luz, la temperatura y la exposición al sol hace que nuestro sistema libere más endorfinas, oxitocina, dopamina, serotonina y feromonas, las cuales generan un aumento de nuestro sentimiento de placer y mantienen un estado de ánimo positivo. Emocionalmente nuestras hormonas despiertas hacen que nos sintamos mejor reduciendo el estrés, aliviando la depresión y beneficiando nuestro sistema inmune.

Pero en las dos primeras semanas de adaptación, estos cambios pueden generar algunos síntomas propios de la astenia primaveral como la sensación de debilidad, el cansancio y falta de energía. Esto ocurre debido a que nuestro reloj circadiano necesita un tiempo para adaptarse a los cambios de luz, y el hipotálamo, quien se encarga de regular el sueño, la vigilia, el apetito o la sed, se ve afectado. En definitiva, los síntomas provocados por la astenia son una respuesta de regulación a los cambios de temperatura y humedad que el cuerpo de forma natural genera para adaptarse a un nuevo entorno.

Aquí van algunos consejos para prevenir síntomas y hacer que el cambio no te pille de improviso:

1. Mantén tu rutina regular de sueño. Lo primero y más importante para que la astenia primaveral no te afecte es un buen descanso. Regulando el sueño el sistema inmune se verá fortalecido y el cambio de estación será más saludable.

2. Duerme con el ciclo natural de la luz. Acostarte con la luna y despertarte con el sol te ayudará a programar tu cerebro para el descanso. Con los cambios de hora el cuerpo se ve afectado y la extensión de los días pueden crear confusión, pero si mantienes un horario estable tu cuerpo lo agradecerá y de forma natural pedirá reposo al finalizar el día.

3. Hidrata y nutre tu cuerpo. Las temperaturas cambiantes de la primavera generan sudoración y baja sensación de sed. Una hidratación constante te asegurará vitalidad y un cuerpo despierto. También es un momento perfecto para liberar las toxinas y los residuos acumulados durante todo el invierno. Las frutas y verduras de temporada te ayudan a eliminarlos mejorando tu estado de ánimo. Si dejas atrás estimulantes como el café, el alcohol o el azúcar notarás verdaderamente un gran cambio.

4. Activa y ejercita tu cuerpo. Realizar ejercicio físico moderado te favorecerá para fortalecer tu sistema inmune y superar la astenia primaveral. La actividad física ayuda al proceso de adaptación gracias al efecto de liberación de estrés que te aportará mayor facilidad para conciliar el sueño y la constancia de que éste será más reparador.

Así, sin resistirnos, disfrutaremos de este periodo de forma más consciente y saludable. Tenemos muchas ganas de sentir este año la brisa primaveral plenos de vitalidad ¿Te apuntas al cambio?

Y, como consejo final, te recomendamos que también cuides tu descanso con una buena cama y un buen colchón. Ven a visitarnos y os enseñaremos nuestros equipos de descanso. Si tienes alguna duda, contacta con nosotros» y te informamos sin compromiso alguno.