El teletrabajo no es algo nuevo. En el año 2019, un 4,8% de los trabajadores realizaban su actividad laboral en modalidad de teletrabajo. La Covid ha supuesto un incremento exponencial de este porcentaje. Y los inconvenientes que, entonces, pasaban casi desapercibidos, hoy toman especial relevancia. Entre ellos, el deterioro en la calidad del descanso.

Son muchos los sectores que funcionan bajo esta modalidad de trabajo desde hace algunos años: teleoperadores, telemarketing, soporte a usuarios, atención al cliente, etc.

Desde el papel, el teletrabajo tiene múltiples ventajas para el trabajador: conciliación de la vida personal y laboral, menor estrés, flexibilidad de horarios, ahorro de tiempo (no hay desplazamientos al lugar de trabajo), reducción de gastos, … Pero fuera del papel la realidad es otra. Además de ciertos inconvenientes (falta de vinculación emocional con el ambiente laboral, dificultad para el trabajo en equipo, aislamiento, etc.), lo cierto es que muchos teletrabajadores sufren de estrés y tienen dificultades para conciliar el sueño.

Fuente: Randstad e INE

Es decir, esa ventaja que se viene llamando ‘salario emocional’ (retribución no económica resultado de una mejor y más flexible organización de la vida laboral que redunda en una felicidad personal objetiva y cuantificable) depende muy mucho de las circunstancias personales de cada uno. Y, sobre todo, requiere de cierta organización y planificación para que el teletrabajo no se convierta en ‘píldoras’ diarias de estrés que afecten a nuestra salud y alteren la calidad de nuestro descanso.

Al trabajar desde casa es frecuente que se alteren los horarios. Los tiempos de dedicación a los mundos laboral, familiar y social se difuminan y entremezclan. Múltiples estudios (por ejemplo, el de Bloomberg») afirman que, durante la pandemia, las personas que han trabajado desde casa han extendido en dos horas o más su jornada laboral.

Por otra parte, puesto que no hay necesidad de ‘acicalarnos’ ni hay desplazamientos ni atascos para llegar al lugar de trabajo, madrugamos menos, comenzamos la actividad laboral más tarde y, también, la acabamos mucho más tarde.

Esta alteración en los horarios ‘habituales’ tienen una consecuencia directa en el descanso y en la calidad del sueño. Recordemos que el sistema circadiano» está regulado por tres relojes: el genético (horarios que se toman como referencia), el ambiental (día/noche) y el social (relaciones con el entorno). Un desajuste en la sincronización de estos ‘relojes’ hace que una de las principales ventajas del teletrabajo (la flexibilidad horaria) se convierta en la peor enemiga de nuestro descanso.

Planifica tu horario: de trabajo, familiar, social, de descanso. E intenta no desviarte de él.

A ver, entendámonos: no es lo mismo que tú, como teletrabajador, dispongas en tu casa de una habitación de uso (casi) exclusivo para el trabajo, con una silla ergonómica, una pantalla de tamaño adecuado sobre una mesa de ciertas dimensiones que trabajar con un portátil, en una esquina del salón y con los niños viendo la tele. Lo intentas. Intentas trabajar en unas condiciones que no son lo más adecuadas, lo que te genera estrés y, en consecuencia, dificultad para conciliar el sueño.

Aunque tu casa sea pequeña, intenta habilitar un espacio mínimo (a ser posible fuera del dormitorio) que te permita cierto aislamiento durante las horas de trabajo. Es importante que nuestro inconsciente distinga entre el espacio de trabajo y el de ocio y descanso.

Además, procura buscar un espacio luminoso, próximo a un ventanal para asegurar la exposición a la luz solar durante el día.

Pues claro!! Si es solo un momento… Es que no me ha dado tiempo a acabar ese informe, ese correo…. Error.

Por muy cómoda y espectacular que sea tu cama, recuerda que la sobreexposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos por la noche disminuye la segregación de la melatonina y, por tanto, dificulta conciliar el sueño. La cama es para relajarte y dormir. Y teletrabajar no es estar disponible las 24h.

Recuerda, planifica tu horario. Y si queda algo pendiente, apúntalo y… hasta mañana.

Si has teletrabajado alguna vez, confiesa ¿has comido / cenado alguna vez delante del ordenador? ¿te has preparado cualquier cosa que había en la nevera para ahorrar tiempo? No contestes, no hace falta.

Ya bien sabes tú que eso no es lo más adecuado para tu salud, ni física ni mental.

Más de lo mismo. Define tu horario e intenta no saltártelo. Tu cuerpo, tu sueño y tu descanso te lo agradecerán.

Las sillas de la cocina o del salón no están diseñadas para que te pases más de 8 horas sentado en ellas.

Aunque dentro de poco volvamos a una cierta normalidad, el teletrabajo va a quedarse. Por tanto, si quieres cuidar tu espalda, cervicales y túnel carpiano, es hora de invertir en un buen sillón ergonómico.

El sillón ergonómico más adecuado para el teletrabajo es aquel que permita regular el asiento y respaldo a tu medida, que ofrezca soporte a la zona de los hombros y lumbares y en el que puedas descansar los antebrazos. Además, es conveniente usar un reposapiés, evitar cruzar las piernas y sentarse con la espalda recta. ¡Y no te olvides de levantarte cada hora!

Tampoco hay que olvidar mantener la higiene postural al dormir. Una buena cama, con un colchón adecuado a tus necesidades, serán los mejores aliados para que tu cuerpo y mente puedan reponerse y conseguir un descanso de calidad.

Un sillón ergonómico y una cama y colchón adecuados son las mejores inversiones para tu salud y descanso.

• Fatiga visual: si no eres de los afortunados que pueden teletrabajar desde el campo o desde la playa, descansa la vista cada vez que te levantes: asómate hacia un espacio lo más abierto posible durante unos minutos. Así evitarás el cansancio ocular (astenopia): escozor, sequedad y mayor sensibilidad a la luz.
• Siesta: como estamos en casa… ¡que placer echarse una siesta después de comer!. Puedes hacerlo, pero que no sea de más de 45 minutos.
• Alimentación: evita las comidas pesadas y bebidas estimulantes al menos 3 horas antes de irte a dormir.
• Ejercicio: incorpora a tu horario el ejercicio diario.

No podemos planificar tus horarios ni modificar tus hábitos. Tampoco podemos conseguirte una casa más grande con un espacio luminoso y exclusivo para tu actividad laboral. Lo si que si podemos es ofrecerte los mejores sillones ergonómicos y las mejores camas y colchones para cuidar tu salud. Si quieres invertir en calidad de vida, contacta con Suit Delux»